Las empresas mineras se enfrentan al desafío de reducir sus
costos de logística, tanto en el transporte como en el almacenamiento de la
producción, insumos y repuestos, dado que el mantenimiento de altos stocks
significa fuertes costos financieros, por el capital inmovilizado y las
pérdidas de materiales. Para responder a dicha demanda, aparece el just in
time, que reduce al mínimo el stock necesario al garantizar que, tanto los
insumos como los repuestos, lleguen a la planta en el momento en que deben
entrar a la línea de producción.
Hemos tomado el caso de una empresa de logística de origen
familiar nacida hace más de 30 años en San Juan, que hoy cuenta con base en esa
provincia y sucursales en Mendoza, San Luis, Villa Mercedes, Córdoba, Rosario y
Buenos Aires. La empresa en cuestión, Becher Logística, opera en forma directa
con flotas propias y ha establecido alianzas con otros transportistas y
agregado envíos aéreos y traslado de containers.
Dado el elevado nivel
de exigencia que la actividad minera les impone a sus proveedores de servicios,
Becher Logística se vio forzada a adaptar todos sus procesos, tanto en
seguridad como en medio ambiente, para cumplir con los estándares de calidad
que exige la actividad. El gerente general explicó lo siguiente:
“Nuestros clientes enfrentan el desafío de eliminar costos
innecesarios y nosotros les ayudamos a reducir el capital financiero destinado
a stock, costos de mantenimiento de grandes almacenes, personal y riesgos”, por
lo que la empresa ha agregado tareas de logística a la base del transporte de
cargas y ha avanzado con su sistema de trazabilidad de cargas, que le permite
al cliente hacer un seguimiento particular del envío transportado sin necesidad
de estar en contacto con el operador logístico para saber donde se encuentra su
pedido y en cuánto tiempo llegará a la planta.
(http://www.becher-rutas.com.ar/)
Caso de aplicación en
la industria alimenticia (Fast Food)
Vamos a referirnos a la muy popular marca de comida rápida
McDonald’s, la cual aplica el concepto de JIT debido a que no empieza a cocinar
sus órdenes hasta que un cliente ha realizado un pedido específico. Los
principales beneficios de McDonald’s son mejores alimentos a un costo menor.
Por un lado, la mejora en la calidad viene dada por una
hamburguesa fresca, la cual es mucho más sabrosa. Recordemos que en el viejo
esquema de McDonald’s, las hamburguesas estaban pre-cocidas a la espera del
pedido de un cliente. Con la aplicación del JIT, esto logra modificarse,
permitiendo a la empresa contar con productos de mayor calidad. Además, dado
que ahora esperan el pedido concreto del cliente antes de empezar a preparar la
orden, los empleados no entran en pánico ante un requerimiento fuera de lo esperado
(como una hamburguesa sin condimentos). Por último, el JIT permite a McDonald´s
adaptarse a la demanda un poco mejor: dado que pueden producir hamburguesas en
un tiempo récord, no deben preocuparse por tener gran stock de seguridad.
Por otro lado, la disminución de los costos viene de reducir
la cantidad de productos deteriorados. Antiguamente y, debido a la gran
cantidad de hamburguesas prefabricadas que tenían para satisfacer el
requerimiento propio de “comida rápida”, se tiraba gran parte de los productos
por superar la vida útil (una hamburguesa debe venderse en 15 minutos o menos).
Esas hamburguesas desperdiciadas elevaban el precio de las vendidas para compensar los costos. Al aplicar el JIT, los costos
se reducen notablemente.
El otro aspecto de JIT es la drástica reducción de
existencias de seguridad. Este stock de seguridad viene dado por dos factores:
la variabilidad de la demanda y la variabilidad de plazos de proveedores (en el
caso de McDonald’s, el proveedor es el proceso de producción interna).
McDonald’s logra esta reducción mediante la creación de un sistema que permite
una producción más rápida de hamburguesas. A su vez, se reduce el tiempo
necesario para satisfacer la demanda al estandarizar la producción.
Caso de aplicación en la industria textil
Un claro ejemplo de que las prácticas JIT se pueden aplicar a
cualquier industria y son altamente rentables, es el caso Zara. En efecto, el
modelo de negocio de esta compañía se basa en la creación constante de pequeñas
partidas de productos y su rápida reposición. Zara, un minorista de ropa
español con sedes en varios países (entre ellos, la Argentina), que produce
“moda para las masas” de jóvenes urbanos y modernos, está organizada de forma
tal que, en menos de dos semanas, convierte diseños en productos colocados en
las perchas de sus tiendas. El resultado de esta operación de alta velocidad es
que los clientes forman largas colas en las tiendas en los días de recepción de
mercancía nueva.
Zara obtuvo grandes beneficios con estas prácticas: logra el
85% del precio de lista mientras que el promedio del sector está alrededor del
60 y 70%, y recibe un margen neto sobre las ventas (10,5%) mayor a sus rivales.
La empresa no persigue economías de escala sino que fabrica y distribuye en
pequeñas cantidades y no se apoya en socios externos sino que maneja por cuenta propia todas sus
operaciones de diseño, almacenamiento, distribución y logística.