Para
entender la razón del desarrollo del sistema de producción justo a tiempo es
importante entender un poco la historia
y cultura de Japón: Japón es un país pequeño con escasos recursos y una gran población, debido a esto,
los japoneses siempre han tratado de minimizar
desperdicios, maximizar el uso de sus suelos, así como utilizar óptimamente
su tiempo y la mano de obra disponible. El desperdicio es reprobable porque el país tiene un espacio limitado y escasos recursos naturales; en consecuencia
éstos siempre se han visto obligados a maximizar
los rendimientos de sus pocos recursos disponibles. También ha sido
necesario mantener el respeto por el
prójimo a fin de trabajar y vivir juntos de manera armoniosa en un espacio densamente poblado; por ese hecho,
podemos concluir que sus hábitos de trabajo tienden a reflejar una filosofía
que se sustenta en la minimización de desperdicios y el respeto hacia los
demás, ahora se hablará más detalladamente de los sucesos que conllevaron a la
creación de este sistema.
La
década de los 80 fue testigo de cambios sin precedentes en materia industrial
por parte de los países occidentales. En una importante cantidad de industrias
los empresarios y directivos se dieron cuenta de su capacidad para trabajar con
calidad, costos y servicios a diferencia de los nuevos competidores de “categoría
mundial”.
El
enfoque utilizado por estos nuevos competidores globales es en trabajar con la producción
justo a tiempo (just in time), la gestión total de la calidad y el
involucramiento total del personal (política participativa), nombrado por las
empresas japonesas como la “triple ofensiva”, la cual está centrada en la
eliminación sistemática de los desperdicios.
Con
posterioridad a la segunda guerra mundial las empresas estadounidenses estaban
ganando abrumadoramente el juego en los mercados. Por un lado una demanda
reprimida por el conflicto bélico, y por otro, ser el único país que habiendo
participado en la contienda no sufrió daños en su estructura productiva, le
confería el privilegio de satisfacer gran parte de esa demanda interna y
externa. Los sistemas productivos de Europa y Japón se estaban reconstruyendo de
lo acontecido un tiempo atrás. A ello debía sumarse en el caso de Japón, que
sus productos contaban con muy mala reputación en materia de calidad, a lo cual
se debe agregar el hecho de que sus empresarios desconocían completamente las características
del mercado norteamericano.
Empresas
como General Motors, Ford, United states steel, General Electric, y otras tenían acceso a mano
de obra, materiales y recursos financieros en abundancia y calidad. En ese
momento no había el desarrollo de las empresas estadounidenses.
Pero
a mediados de los 60 el entorno global empezaría a vislumbrar los primeros
cambios al extenderse el juego más allá de las fronteras nacionales. A fines de
la década de los 50 la firma alemana volkswagen se hizo presente en los estados
unidos con un ataque sobre el segmento de los autos económicos. Toyota trató de
imitar la estrategia pero fracasó como producto de la baja calidad y diseño de
sus unidades.
Pero
transcurridos unos años y luego de las enseñanzas acumuladas, Toyota hizo un
segundo intento a mediados de los 60’s en compañía de Nissan, pero esta vez con
óptimos resultados.
Como
ya se ha mencionado, el justo a tiempo nació en Japón, donde fue aplicado por
la empresa automovilística Toyota que lo empezó a utilizar a principios de los
años 50 y el propósito principal de ese sistema era eliminar todos los elementos
innecesarios en el área de producción (que incluye desde el departamento de
compras de materias primas hasta el servicio al cliente, pasando por recursos
humanos, finanzas, etc) y es utilizado para alcanzar reducciones de costo nunca
imaginados y cumpliendo con las necesidades de los clientes a los costos más
bajos posibles. En una nación pequeña como Japón, el bien más preciado es sin
lugar a dudas el espacio físico. Por
ello, uno de los pilares de la nueva filosofía fue precisamente el ahorro de
espacio, la eliminación de desperdicios y en conclusión la eliminación de la
carga que supone la existencia del inventario.
Ford
Motor, General Motor, Hewlett-Packard, 3M, Black and Decker, John Deere,
Johnson Control, Omark y Motorola son algunas de las más destacadas empresas norteamericanas
que ante la competencia global optaron por hacerle frente con la triple
ofensiva (Mencionada anteriormente).
Lograr
ello implico a los efectos de tratar de acortar las distancias con sus
competidores extranjeros, sobre todo japoneses, aplicar la reingeniería en los
procesos de negocios. De tal forma lograron eliminar las improductividades en
los procesos productivos, comerciales y administrativos.
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La
potencia del Justo a Tiempo.
El
sistema que comenzó gestándose en la empresa Automotriz Toyota gracias a la
visión de Toyota y Taiichi Ohno, se propagó luego a las demás empresas
japonesas. A las ideas de ohno se sumaron los aportes de otros imponentes
gestores y consultores de la calidad y la productividad de Japón, tales como, Imai,
Ishikawa, Karatsu, Mizuno y los revolucionarios Taguchi y Shigeo Shingo. El
sistema fue puesto, a prueba en cuanto a su capacidad de reacción durante la
crisis de 1973/74, época en la cual la mayoría de las empresas y sobre todo las
automovilísticas tenían ingentes problemas, fue en esa época cuando las demás
empresas japonesas tomaron conciencia de la capacidad de lo que dio en llamarse
sistema de producción Toyota (TPS).
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